AMOR ANIMI ARBITRIO SUMITUR, NON PONITUR.
Elegimos amar, pero no podemos elegir dejar de amar.

Publio Sirio

SiempreConmigo...

miércoles, 9 de mayo de 2012

Wanting to Die / ANNE SEXTON


Since you ask, most days I cannot remember.
I walk in my clothing, unmarked by that voyage. 
Then the almost unnameable lust returns.

Even then I have nothing against life.
I know well the grass blades you mention, 
the furniture you have placed under the sun.

But suicides have a special language.
Like carpenters they want to know which tools.
They never ask why build.

Twice I have so simply declared myself, 
have possessed the enemy, eaten the enemy, 
have taken on his craft, his magic.

In this way, heavy and thoughtful, 
warmer than oil or water,
I have rested, drooling at the mouth-hole.

I did not think of my body at needle point.
Even the cornea and the leftover urine were gone. 
Suicides have already betrayed the body.

Still-born, they don’t always die,
but dazzled, they can’t forget a drug so sweet 
that even children would look on and smile.

To thrust all that life under your tongue!—
that, all by itself, becomes a passion. 
Death’s a sad bone; bruised, you’d say,

and yet she waits for me, year after year, 
to so delicately undo an old wound, 
to empty my breath from its bad prison.

Balanced there, suicides sometimes meet, 
raging at the fruit a pumped-up moon, 
leaving the bread they mistook for a kiss,

leaving the page of the book carelessly open,
something unsaid, the phone off the hook
and the love whatever it was, an infection.


QUERER MORIR

Me preguntas pero casi nunca puedo recordar.
Yo camino con mi ropa, impoluta de ese viaje.
Luego, el deseo casi innombrable vuelve.

Incluso entonces nada tengo contra esta vida.
Conozco bien las briznas de hierba que mencionas,
los muebles que has puesto bajo el sol.

Pero los suicidas tienen un lenguaje especial.
Como carpinteros, quieren conocer con qué herramientas.
No preguntarán por qué construir.

Me he afirmado dos veces con facilidad,
he poseído al enemigo, he comido al enemigo,
he aprendido su arte y magia.

De esta forma, densa y reflexiva,
más caliente que el aceite o el agua,
he descansado, baboseando por la boca de la máscara.

No pensaba en mi cuerpo ante la aguja.
Incluso había olvidado la córnea y aquellos restos de orina.
Los suicidas ya han traicionado al cuerpo.

Nacidos muertos, no se matan siempre,
pero deslumbrados, no olvidan una droga dulce,
tan dulce que hasta los chiquillos mirarían y sonreirían.

¡Toda esa vida escondida en tu lengua! -
eso, se convierte en pasión.
La muerte es un triste hueso; magullado, me diríais

y, no obstante, ella me espera, año a año,
para deshacer con sutileza una vieja herida,
para extraer mi aliento de su horrible cárcel.

Allí, en equilibrio, los suicidas se encuentran,
arrasando fruta, una luna hinchada,
dejando el pan que equivocaron por un beso,

dejando abierto el libro por descuido,
algo no hablado, el teléfono descolgado
y el amor, no importa lo que fuera, una infección.



Anne Sexton (1928-1974) Anne Gray Harvey nació en Massachusetts en 1928. Se casó con Alfred Muller Sexton a los 19 años. Un año después de nacida su primera hija le diagnosticaron depresión post-parto, sufriendo su primer crisis mental e ingresando a un hospital neuropsiquiátrico. Regresaría allí varias veces, sobre todo luego de sus intentos de suicidio, que se agudizaron luego del nacimiento de sus segunda hija. Fue su médico quien la apoyó para que desarrollara el interés en la poesía que había mostrado en la escuela secundaria. 
En el otoño de 1957 se inscribió en un taller de poesía en donde conocería a Sylvia Plath. Unidas en una relación con matices que lindaban entre la identificación mutua y la rivalidad poética, fueron influencias la una para la otra, llegando a competir en las clases por quien escribía el mejor poema. 
En 1974, a pesar de su éxito como escritora -había ganado el Premio Pulitzer de poesía por su libro Live or Die- perdió su batalla contra la enfermedad mental. Luego de almorzar con su mejor amiga, Sexton fue hasta el garage, encendió el motor de su auto y se suicidó con el monóxido de carbono. 
Como Robert Lowell, Sylvia Plath, W. D. Snodgrass y otros llamados "poetas confesionales", Sexton ofrece al lector una mirada íntima de la angustia emocional que caracterizó su vida. Hizo de la experiencia de ser mujer un tópico central en su poesía y a pesar de soportar críticas por hablar de temas como la menstruación, el aborto y la adicción a las drogas, es evidente que su talento como poeta trascendió cualquier controversia. 


La infancia terrible, el abuso "paterno" ("No es para nada el príncipe, sino mi padre/borracho e inclinándose sobre mi cama/en círculos alrededor del abismo como un tiburón")...
el matrimonio/el sexo/la poesía, sin lugar a dudas el nudo que jamás pudo deshacer: los tres elementos, sus incompatibilidades...
Y, en el fondo, siempre, la tentación del suicidio. 
Una historia triste, sin duda. 
Una mujer hermosa y extraordinaria
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martes, 8 de mayo de 2012

Aplastamiento de las gotas / J. CORTAZAR


     Yo no sé, mirá, es terrible cómo llueve. Llueve todo el tiempo, afuera tupido y gris, aquí contra el balcón con goterones
cuajados y duros, que hacen plaf y se aplastan como bofetadas uno detrás de otro qué hastío. Ahora aparece una gotita
en lo alto del marco de la ventana, se queda temblequeando contra el cielo que la triza en mil brillos apagados, va creciendo
y se tambalea, ya va a caer y no se cae, todavía no se cae.
     Está prendida con todas las uñas, no quiere caerse y se la ve que se agarra con los dientes mientras le crece la barriga,
ya es una gotaza que cuelga majestuosa y de pronto zup ahí va, plaf, deshecha, nada, una viscosidad en el mármol.
     Pero las hay que se suicidan y se entregan en seguida, brotan en el marco y ahí mismo se tiran, me parece ver la vibración
del salto, sus piernitas desprendiéndose y el grito que las emborracha en esa nada del caer y aniquilarse.
     Tristes gotas, redondas inocentes gotas. Adiós gotas. Adiós.

     JULIO CORTAZAR
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lunes, 7 de mayo de 2012

MILO MANARA en El Pais / J. Antón

“Lo más difícil de dibujar en una mujer desnuda es la mirada”



Es el dibujante que nos ha regalado algunas de las imágenes más eróticas, estimulantes y hermosas de la historia del cómic. Sus mujeres traviesamente impúdicas, de una belleza perturbadora y una arrebatadora sensualidad, acostumbran a ser las grandes protagonistas de unas viñetas que se caracterizan por un magistral cuidado del detalle, incluso del detalle íntimo. En contraste con su maestría para plasmar el cuerpo femenino dice que le cuesta en cambio dibujar muebles: qué cosa. El italiano Milo Manara (Luson, Bolzano, 1945), uno de los grandes nombres de la historieta, con el que han colaborado Fellini, Hugo Pratt o Jodorowsky, es uno de los invitados del Salón del Cómic de Barcelona, en cuyo marco la editorial Norma ha presentado la integral en castellano de una de las últimas obras del dibujante, la espléndida serie de los Borgia, cuyo último título, el cuarto, Todo es vanidad, apareció el año pasado.

“Los Borgia fue una propuesta de Jodorowsky, aunque por supuesto la familia me interesa mucho: con ellos nació la modernidad”, explica el dibujante. “De hecho, hay mucha afinidad entre los Borgia y la política actual; ellos ya entendían la política como independiente de la moral, esa idea comienza con ellos, como nace un modo de gestionar el poder”. Le pregunto si está hablando de Berlusconi. “Claro, pero también de tantos otros, como Bush o Strauss Kahn". “En la serie de los Borgia está además mi fascinación por el Renacimiento italiano; Jodorowsky quiso meter incluso a Botticelli que es uno de mis mitos personales”. Afirma Manara que el autor de El nacimiento de Venus le ha marcado por muchos motivos, entre ellos por su forma de mostrar a la mujer. “Y por su forma de entenderla como único camino de salvación, de rescate de la humanidad”. Dice el autor de El click que para él es una sorpresa que se le considere un referente del erotismo. “Me limito a hacer historias que me interesan a mí, que son divertidas para mí. Que otros coincidan en encontrarlas interesantes y divertidas ha sido una suerte”.

De su interés por el erotismo recalca zumbón: “No soy el único”. “He buscado que el erotismo, que está tan presente en la vida, lo estuviera también en un tanto por ciento similar en el cómic”. Opina que en un mundo en el que todo se muestra y en el que el sexo se reduce a lo físico, el cómic tiene un lugar diferencial preciso porque el dibujo se dirige al cerebro y a la fantasía. “En realidad el principal órgano sexual es el cerebro”. Para Manara, hay algo asombroso en el erotismo del dibujo y que requiere una gran complicidad. “Me maravilla cómo un trazo, un signo, deviene un cuerpo igual que otro se convierte en un árbol. Es algo muy intelectual, es necesario emplear a fondo la imaginación para descifrarlo”. Y añade con un guiño: “La Viagra no basta para una vida sexual interesante”. Puestos en intimidades le pregunto qué es lo más difícil de dibujar de una mujer desnuda. “Es la mirada. Y es también lo más importante. Allí está toda la intención. Incluso cuando dibujo a una mujer de espaldas, le hago realizar una torsión para que se le vea el rostro”. ¿Hay algo adolescente en esa obsesión por la mujer como icono erótico, una curiosidad? “Ya no es curiosidad”, suspira con humor Manara. “Es admiración. Pero tiene la misma emoción”. Le sugiero maliciosamente que las mujeres de carne y hueso a veces no están a la altura de sus dibujos. “Creo exactamente lo contrario: no llego jamás a dar todo el misterio, la esencia de la mujer, falta el calor, por ejemplo, y el perfume”.

El nuevo proyecto de Manara es una historieta sobre Caravaggio, del que sostiene que no era homosexual en absoluto. Las primeras páginas que ha dibujado transcurren de día pero la obra va a tener un fuerte componente nocturno y de claroscuro, como la vida del propio Caravaggio.

A Manara le es difícil decir de cuál de sus obras está más orgulloso. Para mi entusiasmo se decanta al fin por Verano indio, mi álbum favorito: “Lo siento muy próximo”. ¿Por el enfrentamiento entre el puritanismo de los colonos y el erotismo de la naturaleza y los indios? “Sí, pero también porque me apliqué muchísimo y porqué la historia de Hugo Pratt era bellísima. Las cuatro primeras páginas iban a ser mudas pero lo alargué hasta ¡once! Tan hermoso… y se entendía sin una palabra”. Es un poco el mundo de Fort Wheeling de Pratt y de El último mohicano. “Sí, pero anterior, más prístino, un siglo antes, aún había un descubrimiento y una fascinación por los indios, que luego, durante la guerra con los franceses, se convirtieron en seres mucho más cercanos”. Pratt, dice, “estaba muy interesado en la relación, el encuentro entre diferentes civilizaciones; eso está en El gaucho que hicimos juntos, y también, de alguna manera, en Corto Maltés. Teníamos un tercer proyecto entre manos, la historia de un prisionero celta de los romanos que se convertía en gladiador, antes del Gladiator de Scott.

Hablando de maestros desaparecidos comento que Blueberry ha quedado huérfano. “No solo él, sino tantos otros, Arzak , el mayor Grubert…”. ¿Se siente el propio Manara huérfano tras la muerte de Jean Giraud, Moebius? “Lo echo mucho en falta. Nos quedan sus obras. Siempre tengo un libro suyo abierto en la mesa de trabajo. Cuando acabo un dibujo, lo pongo entre sus páginas para ver si estoy a su altura, si mi dibujo tiene el mismo nivel, la misma dignidad”.

http://cultura.elpais.com/cultura/2012/05/05/actualidad/1336244105_490458.html
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domingo, 6 de mayo de 2012

NO HAY PRISA / ANGEL GONZALEZ

Deja que pasen estos días,
deja que pasen estos años,
y entretanto
agradece el regalo de la luz
del cielo de diciembre,
tan discreta
que es casi sólo transparencia,
no ofende y es muy bella.

Deja que pasen estos años,
son pocos ya,
sé paciente y espera
con la seguridad de que con ellos
habrá pasado
definitivamente todo.


Poeta, catedrático y ensayista español nacido en Oviedo en 1922.
Su poesía, llena de contrastes, discurre entre lo efímero y lo eterno, características que llevan al lector
a divagar y soñar en los temas del amor y de la vida.
Fue maestro nacional, licenciado en Derecho por la Universidad de Oviedo y periodista por la Escuela Oficial
de Periodismo de Madrid. Enseñó Literatura Española Contemporánea en la Universidad de Alburquerque, USA,
habiendo sido profesor visitante en las de Nuevo México, Utah, Maryland y Texas.
Miembro de la Real Academia Española, fue galardonado, entre otros, con el Premio Antonio Machado en 1962,
el Premio Príncipe de Asturias en 1985, el Reina Sofía de Poesía Iberoamericana en 1996 y el
Primer Premio
Internacional de Poesía Ciudad de Granada
en el año 2004.
De su obra se destacan los títulos: "Áspero mundo" 1955 , "Sin esperanza, con convencimiento"1961, "Grado elemental"
en 1961, "Tratado de urbanismo" 1967, "Breves acotaciones para unabiografía" 1971, "Prosemas o menos" 1983,

"Deixis de un fantasma"
1992 y su último libro,"Otoño y otras luces" 2001.
Falleció en Madrid el 12 de enero de 2008. ©