AMOR ANIMI ARBITRIO SUMITUR, NON PONITUR.
Elegimos amar, pero no podemos elegir dejar de amar.

Publio Sirio

SiempreConmigo...

sábado, 17 de diciembre de 2016

Ensayo sobre el cansancio / PETER HANDKE







El camino normal es ir de la imagen del cansancio a la del insomnio, o, mejor dicho, en plural: voy a hablar de las diversas imágenes del mundo de los distintos cansancios.

Como para miedo fue, por ejemplo, en cierta ocasión, la forma de cansancio que pudo producirse junto a una mujer. No, este cansancio no se produjo, ocurrió, como un acontecimiento físico, como escisión. Y además nunca me alcanzaba a mí solo, sino que al mismo tiempo alcanzaba siempre a la mujer, como si, al igual que ocurre con los cambios de tiempo, viniera de fuera, de la atmósfera, del espacio. Estábamos allí tumbados, de pie o sentados; un momento antes, de un modo evidente, estábamos formando una pareja, y un instante después estábamos separados irremisiblemente.

Un momento como éste era siempre un momento de miedo, a veces incluso de terror; como cuando uno se cae de modo violento. '¡Alto, no, no!'. Pero no había nada que hacer; los dos estábamos cayendo ya, cada uno por su lado; cada uno a su cansancio más propio y particular, no al nuestro, sino al mío de aquí y al tuyo de allí. Puede ser que en este caso el cansancio fuera solo un nombre distinto para designar la carencia de sentimientos o la extrañeza, pero, por la presión que gravitaba en el entorno, era el nombre adecuado a la cosa.
. . .

'A media tarde.. un cansancio catastrófico irrumpió en el cine Apolo desde un cielo claro y despejado. Víctima de él fueron un hombre y una mujer, que, unidos hombro con hombro unos momentos antes, fueron catapultados, cada uno por su lado, por la onda expansiva del cansancio y, al final de la película, que por cierto se titulaba -Sobre el amor-, sin mirarse siquiera ni decir una sola palabra, siguieron cada uno un camino distinto que les separó para siempre'.

Sí, estos cansancios que separan le golpean a uno siempre con la incapacidad de mirar y con la mudez, no, no le hubiera podido decir: "estoy cansado de tí", ni siquiera un simple "¡cansado!" (lo que como grito común, tal vez nos hubiera podido liberar de nuestros infiernos particulares): estos cansancios nos quemaban la capacidad de hablar, el alma, sin dejar rastro. ¡ Si realmente hubiéramos tenido la posibilidad de seguir caminos separados ! No, aquellos cansancios hacían que los que por dentro estaban escindidos, por fuera, como cuerpos, tuvieran que seguir estando juntos. Y luego ocurría que los dos, poseídos por el demonio del cansancio, empezaban ellos mismos a tener miedo.

Miedo siempre del otro.




Peter Handke
Ensayo sobre el cansancio






jueves, 1 de diciembre de 2016

ASÍ QUE QUIERES SER ESCRITOR, ¿EH? / Bukowski



Saul Leiter 1949




ASÍ QUE QUIERES SER ESCRITOR, ¿EH?


si no brota de ti a borbotones
a pesar de todo,
ni lo intentes.
a menos que te salga por voluntad propia
del corazón y la mente y la boca
y las entrañas,
ni lo intentes.
si tienes que permanecer horas sentado
mirando la pantalla del ordenador
o encorvado sobre la
máquina de escribir
en busca de palabras,
ni lo intentes.
si lo haces por el dinero o
la fama,
ni lo intentes.
si lo haces porque quieres
mujeres en la cama,
ni lo intentes
si tienes que sentarte y
rehacerlo una y otra vez,
ni lo intentes.
si solo pensar en ello ya te cuesta trabajo,
ni lo intentes.
si quieres escribir como algún
otro,
olvídalo.

si tienes que esperar a que salga de ti
con un rugido,
entonces espera tranquilo.
si no llega a salir de ti con un rugido,
dedícate a otra cosa.
si primero se lo tienes que leer a tu esposa
o a tu novia o tu novio
a tus padres o quienquiera que sea,
no estás preparado.

no seas como tantos otros escritores,
no seas como tantos miles de
personas que se llaman escritores,
no seas soso, aburrido y
pretencioso, no te dejes consumir por el
narcisismo.
las bibliotecas  del mundo
se han dormido de
aburrimiento
con los de tu calaña.
no lo empeores
ni lo intentes.
a menos que te salga
del alma como un cohete,
a menos que creas que la inactividad
te llevaría a la locura o
al suicidio o al asesinato,
ni lo intentes.
a menos que el sol en tu interior te
abrase las entrañas,
ni lo intentes.

cuando de veras sea la hora,
y si estás entre los escogidos,
cobrará vida por
sí mismo y seguirá cobrándola
hasta que mueras o muera
en ti.

no hay otra manera,

ni la hubo nunca.



Ch.Bukowski